El pasado 18 de enero, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre – SERFOR aprobó, mediante la resolución administrativa Nº 009-2017-SERFOR-ATFFS-CUSCO, el otorgamiento de Alto Pilcomayo como Concesión para la Conservación a la Asociación de Jóvenes Conservacionistas de Alto Pilcomayo (AJCAP).
Pero, ¿qué es una Concesión para la Conservación y cuál es su importancia? La Concesión es un territorio de libre disponibilidad (sin dueño ni título de propiedad) que el Estado Peruano otorga en calidad de “préstamo” a una población u organización con el objetivo de que se realicen actividades de conservación, protección, investigación, educación, gestión, uso sostenible de los recursos naturales, y otras sin fines de lucro. Tiene como finalidad, proteger la diversidad biológica de dicho territorio.
Ubicada al este de Cusco a más de 100 km en la provincia de Paucartambo, en el límite con Madre de Dios, la Concesión cuenta con bosques donde habita fauna endémica como monos choro, gallitos de las rocas, osos andinos y ranas; además de distintos tipos de águilas y orquídeas. Conocidos como los bosques de montaña, esta zona se encuentra en plena cabecera de cuenca, la cual permite la generación de agua para las 5 mil personas del valle de Kosñipata. Por dicho motivo, para preservar el espacio y los servicios ecosistémicos que brinda, a inicios del 2013 la Asociación de Jóvenes Conservacionistas de Alto Pilcomayo (AJCAP) solicitó a la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre (DGFFS) una concesión para conservación.
En una entrevista realizada el 2016 a Actualidad Ambiental, Abraham Quispe, presidente de la AJCAP y secretario general de la Federación Distrital de Campesinos del Valle de Kosñipata, mencionó que “se ha visto muchos bosques de la zona afectados por personas que se dedican a fines ilícitos como la tala ilegal de madera o la caza en dicha área solicitada. En vista de eso, para que en lo posterior se conserve ese bosque y tengamos un clima que nos va a favorecer, solicitamos la concesión”. Además señaló que las más de 20 personas de diferentes comunidades de la zona que conforman la asociación se comprometieron a patrullar el área, monitorear los campos e hitos y hacer que se respete el lugar.
Cabe destacar que a pesar de las dificultades y de los 4 años de espera, hoy la AJCAP ya puede proteger, con el apoyo de la ley forestal, cerca de 4500 hectáreas de bosque y contribuir con una concesión para conservación más a las únicas 3 que actualmente existen en el Cusco y a las 60 a nivel nacional.